Todo empezó en Marzo 2011! Ya teníamos 9 meses buscando bebe después de casados y nada.
Investigué y aplicamos todas las recomendaciones, tenía un calendario de ovulación exacto, tomé cuanta infusión y fruta era apropiada, casi que hablo con los Yanomamis para que me hicieran un rito con sus ancestros, agoté cuanta alternativa posible había hasta que mi ginecóloga me mando hacer todos los exámenes pertinentes para conocer la razón del porqué no era Madre.
Examen hormonal, FSH, Histerosalpingografia (el examen más horrendo de mi vida), papanicolau y todo resultaba perfecto. No entendíamos que pudiera estar pasando. Fue entonces cuando se acabaron todas mis pruebas y test que reflejaban total normalidad que mi ginecóloga me preguntó si había algún problema si mi esposo se hiciera un espermatograma. Al escuchar su explicación, obviamente, dije que no hay problemas. Yo quería un bebé, el quería un bebé y vamos hacer todo para descartar y/o solucionar cualquier problema pero pensé: no creo para nada que él tenga un problema, por lo general somos nosotras las mujeres, no creo!
En agosto 2011 salí con el resultado de su prueba y lo leí mientras caminaba hacia mi carro. "Número de espermatozoides: 0" así mismo CERO. Debe ser un error es imposible pero después de segundos el mundo se me vino abajo, rompí en llanto en medio de todos pero a la vez de la nada, era tanta la tristeza que sentía que hasta el alma me dolía...Nunca tendremos hijos!
Mi esposo consultó con un urólogo por primera vez en toda su vida. Se hizo el examen otra vez en otro sitio especializado, confiando en que era un error el anterior pero mismo resultado. Diagnóstico: Azoospermia. Conocimos a nuestra enemiga número uno!
Siguiente paso, consultar con el mejor especialista en fertilidad masculina de la ciudad.
El dr A muy buena gente nos explicó todo como a niños de primaria le falto pizarra y tiza. Sugirió hacerle una biopsia en los testículos para saber si los espermatozoides existen y están atrapados en ellos sin poder salir o simplemente ni existen, que es el peor de los casos. Teníamos esperanzas de que estuvieran allí metidos sin poder salir porque hay la posibilidad de extraerlos y realizar el llamado In Vitro, tratamiento del que había escuchado antes pero nunca se me ocurrió que tuviera que recurrir a él en algún momento. Gracias a Dios si recurrimos! Si estaban atrapados los espermatozoides y teníamos esperanzas, pequeñas pero en ese momento era una gran luz en el túnel oscuro donde estábamos.